Tiempo de Lectura: 5 minutos
Los alimentos antioxidantes son ampliamente recomendados por especialistas en ramas médicas y de nutrición, entre otras cosas, por su capacidad para mitigar los efectos del envejecimiento.
La oxidación es la principal causa del envejecimiento. Esta provoca la degeneración progresiva de los tejidos, dando lugar a la disminución de la función del organismo.
En tanto, los antioxidantes son compuestos químicos, naturales o fabricados, los cuales podemos conseguir en alimentos y en suplementos dietéticos. Ellos ayudan a retrasar de alguna manera la oxidación de los tejidos.
Pero, ¿debemos llevar una ingesta exagerada de los alimentos ricos en este elemento? ¿Una dieta basada en antioxidantes funciona de la misma manera para todas las personas?
¡En las siguientes líneas respondemos estas y otras preguntas!
¿Qué nos aportan los antioxidantes?
Es cierto que los antioxidantes son esenciales en la dieta de toda persona. Su presencia es fundamental y, en cantidades coherentes y ajustadas a la necesidad de cada individuo, aportan múltiples beneficios, entre ellos:
- Contribuyen con la prevención de enfermedades graves como el cáncer;
- Cuidan nuestro sistema cardiovascular, reduciendo el riesgo de sufrir infarto agudo de miocardio, eventos cerebro vasculares (EVC), entre otros problemas;
- También son esenciales para el sistema nervioso central; nos ayudan a prevenir enfermedades neurodegenerativas y muy temidas, como el Alzheimer, Parkinson y en general otros tipos de demencia;
- No nos podemos olvidar del sistema inmune. Los antioxidantes nos ayudan a potenciarlo, por lo tanto, evitamos las infecciones.
Si bien los beneficios son tangibles y claros, no debemos olvidar que todo en exceso es malo. Esto quiere decir que tampoco es bueno atiborrarse de antioxidantes, ni en los alimentos, ni en los suplementos que los contengan.
Es importante recalcar que en nuestro organismo contamos con antioxidantes producidos por nuestros propios tejidos, y esto determina cómo debe ser la ingesta adicional dentro de nuestra dieta.
¿Cuáles son los principales alimentos antioxidantes?
Entre los alimentos antioxidantes encontramos los siguientes grupos:
1. Alimentos ricos en vitamina E
Esta vitamina permite una buena nutrición y regeneración de los tejidos. Se obtiene en la dieta a partir de vegetales como:
- Espinaca;
- Aceites vegetales;
- Germen del trigo;
- Frutos secos como las nueces.
Además, está demostrado por varios estudios que este grupo de alimentos ayudan a reducir el riesgo de sufrir distintos tipos de cáncer (de pulmón, de páncreas y de cuello uterino).
Estas mismas investigaciones lo muestran como aliado en la prevención de problemas degenerativos como el Parkinson.
2. Alimentos ricos en vitamina C
Este grupo actúa en conjunto con los alimentos ricos en vitamina E, trabajando directamente en la oxidación de las LDL (colesterol «malo»), por lo cual se asocia con la disminución de riesgo de infarto agudo de miocardio y EVC (enfermedad vascular cerebral).
La vitamina C podemos obtenerla con mayor riqueza en frutas:
- Kiwi;
- Guayaba;
- Limón;
- Mango;
- Fresa;
- Naranja, entre otras.
Y en hortalizas como:
- Pimiento rojo;
- Perejil;
- Coliflor;
- Coles;
- Cebolla, etc.
3. Alimentos ricos en vitamina A, betacaroteno y otros carotenoides
Los alimentos de origen animal son una gran fuente de vitamina A.
En tanto, en algunos vegetales podemos encontrarla como provitamina A, en forma de carotenos.
Entre las funciones que realiza la vitamina A en el organismo, destacan la protección de la piel y mucosas, participando en la barrera defensiva de dichas estructuras, por lo que se le atribuye un efecto preventivo frente a la aparición de cáncer de boca, estómago, colon y de cuello uterino.
Los betacarotenos y carotenoides también son asociados, de acuerdo a diversos estudios, con la capacidad preventiva contra el cáncer de pulmón.
Entre los principales alimentos ricos en Vitamina A destacan:
- Vísceras de animales;
- Zanahorias;
- Espinacas;
- Perejil;
- Aceite de soja;
- Atún;
- Quesos;
- Huevos;
- Tomate, entre otros.
Por último, en relación a esta vitamina, ten en cuenta que puede ser muy fácilmente destruida o disminuir su concentración con las temperaturas elevadas y con los utensilios de cocina de hierro o cobre.
4. Alimentos ricos en minerales como cobre, manganeso, selenio, cinc y hierro
Estos minerales ejercen su función antioxidante en el metabolismo de nuestro cuerpo.
Entre sus beneficios destacan: fortalecen nuestro sistema inmunitario y promueven la síntesis de colágeno y elastina, para el buen estado de los vasos sanguíneos, del cartílago, de los pulmones y de la piel. Entre los alimentos más ricos en minerales se encuentran:
- Frutos secos.
- Legumbres en general.
- Verduras de hoja verde.
- Pescado.
- Cereales.
- Chocolate negro y cacao en polvo.
- Lácteos.
Además de lo mencionado, también son considerados como alimentos antioxidantes aquellos que contienen ácido lipoico y flavonoides, como las verduras de hoja verde: brócoli, espinaca, etc.
¿Todos requerimos ingesta extra de antioxidantes?
¡La respuesta es no! La gran verdad es que un cuerpo en equilibrio, con suficiente producción interna de antioxidantes, no necesita ingesta exagerada de este tipo de alimento.
Recuerda: no porque algo sea bueno se debe consumir en exceso, de hecho, existen consecuencias del consumo no racional de alimentos antioxidantes.
Empezando, por ejemplo, por la vitamina A. Esta puede provocar lesiones en la piel si la consumimos en exceso, mientras que una ingesta racional, al contrario, protege la dermis.
Otro antioxidante necesario es el betacaroteno, pero en cantidades abundantes significa un riesgo para la salud de los pulmones.
En el caso de la vitamina E, que potencia el antienvejecimiento natural, su consumo en exceso puede provocar daños en el corazón, mientras que los flavonoides pueden llegar a ser un enemigo a la hora de desarrollo fetal durante el embarazo.
¿Es posible alcanzar el equilibrio correcto de antioxidantes?
Sí es posible. Se puede lograr el equilibrio cuando se comprende el funcionamiento del cuerpo con la medicina personalizada, que se sostiene en el análisis de ADN.
Es de suma importancia contar con un método que te permita conocer a fondo, desde las reales bases de tu genética, cómo está funcionando tu organismo, en qué estás fallando y cómo optimizar tu salud al máximo.
Existe un método confiable, de medicina basada en evidencia, sostenible y que cada vez va tomando más auge en el país y en el mundo entero.
La medicina basada en el análisis genético te permitirá conocer cuáles son las opciones más idóneas que debes tomar en cuanto a tu cuerpo. Será un aliado potente en tomar decisiones cotidianas y te permitirá ir al verdadero origen de enfermedades y carencias.
Por otro lado, es importante tener presente que nuestros hijos contienen gran parte de nuestro ADN, por lo tanto, conociendo la base de tu genética y cómo mantener tu cuerpo saludable, podrás adquirir herramientas para cuidar la salud de tu familia y las nuevas generaciones. ¡Sorprendente!
¿Te gustó este post? ¿Encontraste la información que estabas buscando? ¡Te invitamos a dejar un comentario con tu opinión!